La Razon de Ser

“La razón es, y solo debe ser esclava de las pasiones”

David Humme

Muchas veces los seres humanos transitamos nuestra existencia en los diferentes roles de esta obra teatral llamada vida y en ciertas ocasiones nuestro Hamlet interior sale a escena para preguntarse su tan célebre frase, ser o no ser.

¿Pero cuantas veces nos damos el lugar de ir más profundo, de viajar hacia el interior y reconocer nuestro sentido, nuestra razón de ser?

Según Abraham Maslow, padre del humanismo y de la psicología transpersonal, los seres humanos buscamos nuestra autorrealización como fin ulterior de nuestro desarrollo, luego de haber sido satisfechas otro tanto de necesidades.

En la búsqueda de esas características o razones que nos lleven a los seres humanos a tener cierto nivel de vida, han sido estudiadas aquellas regiones geográficas del mundo en las que un gran número de sus habitantes son personas longevas que llegan a superar hasta los 100 años de edad y se les consultó su motivación para tener ganas de vivir.

Según trabajos demográficos y científicos, son cinco estas áreas demográficas denominadas “zonas azules”, en las que sus habitantes no solo practican una dieta saludable, sino que también realizan actividades físicas y sociales junto con una combinación vital de factores espirituales, corporales y mentales que funcionan como un elixir invencible de la eterna juventud.

En Okinawa, una de estas zonas en las que sus habitantes gozan de esta situación, el ikigai es la razón por la que levantarse a la mañana.

Esta filosofía japonesa ha sido popularizada en occidente por los escritores Héctor Garia y Francesc Miralles en su libro homónimo describiéndola como una motivación vital, una misión, aquello para lo que hemos sido llamados a vivir.

Como resultado de este trabajo, se concluyó que muchos ancianos nipones describían su longeva existencia como un “cerrar y abrir de ojos”.

El término Ikigai significa en japonés la “razón de ser” o el “sentido de la vida y une la pasión y el trabajo trayendo consigo el concepto del flow, el fluir en la vida.

Muy similarmente, Stephen Covey en su libro “El 8vo hábito” plantea que los seres humanos tenemos un lugar único en el mundo, aquel donde se expresa la voz de nuestra alma y da ese profundo sentido de existir.

Para que nuestro IKIGAI se haga presente y nuestra voz de relevancia personal única sea escuchada, es necesario trabajar en 4 dimensiones, la intersección de las mismas resultará en esto.

Para ello dejamos 4 preguntas claves:

  • ¿Cuál es mi talento?: Que habilidades o fortalezas poseo.
  • ¿Cuál es mi pasión? Qué actividad me encanta hacer
  • ¿Me pagarían por ello? Podría sustentarme económicamente.
  • ¿El mundo lo está necesitando? Podrías ayudar con ello.

Date unos minutos e imagínate como seria levantarse mañana a la mañana y poder ir a un lugar a hacer algo que ames, que sabes hacer muy fácilmente, con el que te sostenes económicamente y que el mundo necesita. ¡A ese lugar, vos lo llamas trabajo!

Como decía Confucio:

«Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida».

Mauricio Perrone © 2024. Todos los derechos reservados.